Ha fallecido Martín Arroyo "el Extremeño", como se hacía llamar artísticamente.
Persona humilde, trabajador, honrado y alegre. Artista y socio del Hogar Extremeño de Zaragoza, que le impuso la bellota de oro, máxima distinción que otorga esta asociación. Nombrado Hijo predilecto de su Acebo natal.
Son muchas las intervenciones que ha realizado
MARTIN ARROYO “el Extremeño”, de
manera desinteresada o con fines benéficos. En todos ellos ha llevado por bandera
un amplio repertorio musical donde predominan las canciones dedicadas a Extremadura y a su pueblo Acebo.
Orgulloso de su tierra Extremeña, y apasionado del pueblo
que le vio nacer y de su gente, cantó a su Acebo,
a Extremadura y a los Autores Extremeños, lo que le ha convertido
en un gran divulgador de su tierra.
Su buen amigo, y compañero en multitud de actuaciones Fernando González, le dedicó estas bellas palabras que tuve el honor de leer en la Misa funeral de Martín:UN ADIOS
QUE NUNCA QUISE
¡La pena me rompe el alma
cuando un Artista se va
y si además
es mi amigo,
mucho más grande es mi mal!
Pero
esta triste pena mía,
se convertirá en alegría,
cuando pasen
unos días
y su voz vuelva a escuchar
por “Fandangos” y “Alegrías”,
me
animará el pensar, en lo que mi padre decía:
“Los
Artistas nunca mueren”
¡El Arte es inmortal!
Eso me hace recordar
que han pasado muchos años
y parece que fue ayer,
cuando a Martín
Arroyo “el Extremeño”,
le llamaba Dios, desde el Cielo,
para hacer unas tournées.
Muchas veces fue con Él.
Yo no sé de qué hablarían.
No sé lo que
se dirían,
pero le dejaba volver.
Le volvió a llamar anteayer.
¡Creímos que volvería!
Y miren que bien lo haría
una y otra y otra vez,
que ya no le deja volver.
¡Dios, sabía lo que hacía!
¡Quería
tenerle con Él!
Como diría el Poeta
José María Gabriel y Galán:
Martín. Si Dios ha hecho bien en llamarte,
bien hago yo si a tu muerte,
quiero esta deuda pagarte.
Si vivo supe
quererte
y como Artista admirarte,
hoy que te vas, debo
llorarte
y con cariño recordarte.
Cuando escuches estos versos en la Gloria,
sabrás lo mucho que se te quiso y se te quiere,
te tendremos para siempre en la memoria
y pedimos al
Señor, que en el Cielo nos
esperes,
D. E. P.
Amigo
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